¿Y si se atreve a recordar el sutil rose del vestido contra su piel, cuando el viento sopla?
Cae. Se ve atrapada en una maraña de sensaciones intensas. El olor a fruta madura, la deja perdida en sus pensamientos más retorcidos y profundos. La temperatura se levanta calmadamente, mientras se adentra en sí.
Tranquila, la tarde se puso rosa y fue un momento sólo tuyo.
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