"La pieza estaba llena de ingenuidad. La luz entraba tímidamente, cruzando un largo tramo entre nubes, arboles y persianas, para poder bañar la silueta desnuda de una joven encima de un maltrecho catre.
Paso toda la noche escuchando la misma canción. Una y otra vez, hasta que perdiera sentido. Cayo rendida entre lagrimas y necedad. El sonido agudo de los silbidos del viento la despertaron lentamente. Se estiro y revolcó un poco entre las sabanas. Tomo una camisa, se tapo y se paro en la ventana a ver a los arboles mecerse.
No podía entender por que sentía tanto calor, si apenas llegaba la luz del sol entre tantas nubes. Preparo café, se fumo un cigarro y volvió a escuchar el mismo tema. No quería recordarlo más. Simplemente poder escuchar la guitarra y apreciar lo bello del arpegio. ÉL ya se había llevado tanto, no le iba permitir que le quitara el placer de la música por la mañana.
Pasaron los día volando, el verano se los llevo en su bolsillo. Bailó, cantó, recitó, caminó.
Esa noche simplemente de desplomo en la cama, prendió la radio, el tema contra el que había luchado se levanto y baño toda la habitación. No importo, sólo pudo escuchar los latidos de su corazón haciendo eco en todo su cuerpo."
Esa noche simplemente de desplomo en la cama, prendió la radio, el tema contra el que había luchado se levanto y baño toda la habitación. No importo, sólo pudo escuchar los latidos de su corazón haciendo eco en todo su cuerpo."
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