lunes, diciembre 21

El Río




Por Julio Cortazar


Y sí, parece que es así, que te has ido diciendo no sé qué cosa, que te ibas a tirar al Sena, algo por el estilo, una de esas frases de plena noche, mezcladas de sábana y boca pastosa, casi siempre en la oscuridad o con algo de mano o de pie rozando el cuerpo del que apenas escucha, porque hace tanto que apenas te escucho cuando dices cosas así, eso viene del otro lado de mis ojos cerrados, del sueño que otra vez me tira hacia abajo. Entonces está bien, qué me importa si te has ido, si te has ahogado o todavía andas por los muelles mirando el agua, y además no es cierto porque estás aquí dormida y respirando entrecortadamente, pero entonces no te has ido cuando te fuiste en algún momento de la noche antes de que yo me perdiera en el sueño, porque te habías ido diciendo alguna cosa, que te ibas a ahogar en el Sena, o sea que has tenido miedo, has renunciado y de golpe estás ahí casi tocándome, y te mueves ondulando como si algo trabajara suavemente en tu sueño, como si de verdad soñaras que has salido y que después de todo llegaste a los muelles y te tiraste al agua. Así una vez más, para dormir después con la cara empapada de un llanto estúpido, hasta las once de la mañana, la hora en que traen el diario con las noticias de los que se han ahogado de veras.
Me das risa, pobre. Tus determinaciones trágicas, esa manera de andar golpeando las puertas como una actriz de tournées de provincia, uno se pregunta si realmente crees en tus amenazas, tus chantajes repugnantes, tus inagotables escenas patéticas untadas de lágrimas y adjetivos y recuentos. Merecerías a alguien más dotado que yo para que te diera la réplica, entonces se vería alzarse a la pareja perfecta, con el hedor exquisito del hombre y la mujer que se destrozan mirándose en los ojos para asegurarse el aplazamiento más precario, para sobrevivir todavía y volver a empezar y perseguir inagotablemente su verdad de terreno baldío y fondo de cacerola. Pero ya ves, escojo el silencio, enciendo un cigarrillo y te escucho hablar, te escucho quejarte (con razón, pero qué puedo hacerle), o lo que es todavía mejor me voy quedando dormido, arrullado casi por tus imprecaciones previsibles, con los ojos entrecerrados mezclo todavía por un rato las primeras ráfagas de los sueños con tus gestos de camisón ridículo bajo la luz de la araña que nos regalaron cuando nos casamos, y creo que al final me duermo y me llevo, te lo confieso casi con amor, la parte más aprovechable de tus movimientos y tus denuncias, el sonido restallante que te deforma los labios lívidos de cólera. Para enriquecer mis propios sueños donde jamás a nadie se le ocurre ahogarse, puedes creerme.
Pero si es así me pregunto qué estás haciendo en esta cama que habías decidido abandonar por la otra más vasta y más huyente. Ahora resulta que duermes, que de cuando en cuando mueves una pierna que va cambiando el dibujo de la sábana, pareces enojada por alguna cosa, no demasiado enojada, es como un cansancio amargo, tus labios esbozan una mueca de desprecio, dejan escapar el aire entrecortadamente, lo recogen a bocanadas breves, y creo que si no estaría tan exasperado por tus falsas amenazas admitiría que eres otra vez hermosa, como si el sueño te devolviera un poco de mi lado donde el deseo es posible y hasta reconciliación o nuevo plazo, algo menos turbio que este amanecer donde empiezan a rodar los primeros carros y los gallos abominablemente desnudan su horrenda servidumbre. No sé, ya ni siquiera tiene sentido preguntar otra vez si en algún momento te habías ido, si eras tú la que golpeó la puerta al salir en el instante mismo en que yo resbalaba al olvido, y a lo mejor es por eso que prefiero tocarte, no porque dude de que estés ahí, probablemente en ningún momento te fuiste del cuarto, quizá un golpe de viento cerró la puerta, soñé que te habías ido mientras tú, creyéndome despierto, me gritabas tu amenaza desde los pies de la cama. No es por eso que te toco, en la penumbra verde del amanecer es casi dulce pasar una mano por ese hombro que se estremece y me rechaza. La sábana te cubre a medias, mis manos empiezan a bajar por el terso dibujo de tu garganta, inclinándome respiro tu aliento que huele a noche y a jarabe, no sé cómo mis brazos te han enlazado, oigo una queja mientras arqueas la cintura negándote, pero los dos conocemos demasiado ese juego para creer en él, es preciso que me abandones la boca que jadea palabras sueltas, de nada sirve que tu cuerpo amodorrado y vencido luche por evadirse, somos a tal punto una misma cosa en ese enredo de ovillo donde la lana blanca y la lana negra luchan como arañas en un bocal. De la sábana que apenas te cubría alcanzo a entrever la ráfaga instantánea que surca el aire para perderse en la sombra y ahora estamos desnudos, el amanecer nos envuelve y reconcilia en una sola materia temblorosa, pero te obstinas en luchar, encogiéndote, lanzando los brazos por sobre mi cabeza, abriendo como en un relámpago los muslos para volver a cerrar sus tenazas monstruosas que quisieran separarme de mí mismo. Tengo que dominarte lentamente (y eso, lo sabes, lo he hecho siempre con una gracia ceremonial), sin hacerte daño voy doblando los juncos de tus brazos, me ciño a tu placer de manos crispadas, de ojos enormemente abiertos, ahora tu ritmo al fin se ahonda en movimientos lentos de muaré, de profundas burbujas ascendiendo hasta mi cara, vagamente acaricio tu pelo derramado en la almohada, en la penumbra verde miro con sorpresa mi mano que chorrea, y antes de resbalar a tu lado sé que acaban de sacarte del agua, demasiado tarde, naturalmente, y que yaces sobre las piedras del muelle rodeada de zapatos y de voces, desnuda boca arriba con tu pelo empapado y tus ojos abiertos.

sábado, noviembre 21

I idolize you - Boss hog












If you want some lovin' yeah
That I'll give to you
[yes, yes, to you]
If you want huggin' baby
I can hug some too
[yes, yes, some too]

All I want baby
Is some part of you
[yes, yes, of you]
Just a little bit attention
[from you]
To see me through
[yes, yes, me through]
Cos you know you're my kind
And I want you to be mine
Oh! I idolize you
Yes, I idolize you

I would like to make love to you
When the lights are low
[yes, yes, down low]
I would like to scream to you baby
Just to let you know
[yes, yes, you know]

Oh! All I want honey
Is some part of you
[yes, yes, of you]
Just a little bit attention
[from you]
You know will see me through
[me through]
Cos you know you’re my kind
And I want you to be mine
Oh! I idolize you
Oh yes I idolize you

Oh what a thrill, yes
You know I would get
[yes, yes, would get]
If I could comfort you baby
And make you my pet
[yes, yes, my pet]

All I want baby
Is some part of you
[yes, yes, of you]
Just a little bit attention
[from you]
You know will see me through
[me through]
Cos you know you’re my kind
And I want you to be mine
Oh! I idolize you
Yes, I idolize you
Yes, I idolize you
[I idolize you]

Yes, I idolize you
[I idolize you]
Yes, I idolize you
[I idolize you]
Ohhhhh
[I idolize you]
Yes, I idolize you
[I idolize you]
Yes, I idolize you
[I idolize you]

La vida gira

miércoles, noviembre 4

Sin molestarte


Los ciclos se vuelven cada vez más simples, lo predecible a la orden del día. El viejo enemigo de noches de calor, vuelve. El miedo nunca desaparece. Constante precisa para valorar. Pero cual es la excusa.

Simplemente quiero estar a tu lado, acurrucada, sin molestarte. Aunque dentro tenga miles de cosas que decirte, como describir cada sonrisa que me sacas con sólo mirarte. Me estas llevando lento, pero más rápido que nadie al fondo.

Y sólo quiero mirarte, sin molestarte, sin tocar lentamente cada pequeño centímetro. Controlar cada sensación, que produce miles de explosiones en mi interior, cuando te tengo cerca.

De cierta forma me quedaría sentada en un rincón, sin molestarte, sólo lo suficientemente cerca, para poder oler esa esencia que me enciende las entrañas. Que hace que mi mundo pare por un segundo. El saber que esa brisa, significa que estoy tan cerca que ni aire nos separa.

En sencillas formas, quiero envolverte pero sin tocarte, sin hablarte, sin olerte, ni acercarme. Sin molestarte. Pero envolverte profundamente.

Amelie

domingo, octubre 11

Mi gueli, el grillo y yo.

Deben haber sido como las nueve de la noche, yo cruce la puerta de afura de a casa de mi Tío y vi pasar esta paequeña mancha por el suelo. Mi primer intinto pisarlo, pero fue más rapido, por suerte. Ya que note que era un grillo. No cualquiera cosa, EL grillo.

Al día siguiente en la once, deriona las siete de la tarde y el grillo, no se puso a cantar. Mi tío muy preocupado me dice: "No ha llegado el grillo. Sabes esto le paso a tu Bisabuela". Sorprendida por el comentario, le dije que me contará que paso.

Todo paso cuando mi Tío trabajaba en la mina y su madre (mi Bisabuela), se quedaba en la casa a esperarlo. Tenian un cuadro con una gran foto del valle de la Luna. De ahi, todos los días a las 18hrs. en punto, salia el canto del grillo que acompañba a la gueli, para la hora del té. Así fue por años.

Hasta que un día muy preocupada, llamo al trabajo a mi Tío. El apenas rcibio el mensaje, fue rapidamente a la casa, a ver que pasaba. La gueli lo recibio muy intranquila, le dijo: "Es el grillo, no salio a cantar hoy, ¿Que le habra pasado?". El Tío tomo el cuadro, lo puso ensima de la mesa y noto como el probe cantor estaba atrapado. Con mucho cuidado lograron salvarlo. Pero nunca más volvio a cantar para mi gueli.

"Ves, el Grillo no volvio." Yo no pude soportar el cargo de conciencia y le dije: "Tío creo que ayer, yo pise al grillo". Mi tío me miro y cuando me hiba a consolar. El grillo comenzo a cantar. "Llego más tarde por que le costo llegar, como esta cojito".

Lindas tardes de Antofagasta, con mi tío, historias de la familia y el grillo.

sábado, septiembre 26

Grito ahogado, para sentirte en mi cama.


Trato de pensar el porque de las cosas. Si es que algo pasa, o soy sólo yo la que esta mal.
Trato de caminar sin hacer ruido, no despertar a los dientes de Leon.
Trato quizas borrar esas huellas, de que alguien me entendio, de que tu existes, pero no estas a mi lado.
Trato de rascarme la cabeza y quitar los desechos, de como racionalizar este embrollo. De simplemente esperar.
Trato de no pensar en vos, pero la angustia me gana todas las partidas. Nunca, nunca, nunca pienso, pero esta vez Traté.

martes, julio 21

Salvación

*****
Simplemente rodé como una bolita de pelo, ligera, sin ganas de nada. Puede que haya tenido una ilusión, de esas que te llenan los amaneceres. Pero con el viento que me empuja, ella tambien rueda.

Sigo cayendo no por mi, ni por ti, si no mas bien por ellos. Ellos siempre estan hacia donde mire. Podriamos decir tabanos, pero nunca me gusto ese concepto. Esto es más grande, que un simple rumor, es ensordecedor.

Sumamente extaciada por los ruidos cegadores, sólo consigo una salida; Reir, elevarme, salir de mi. Dejar un tiesto hueco y no vivir. Volar sola lejos de todos. Aunque solamente un pequeño error me amarra a no escapar. Tu, con esa ingenuidad sincera y limpia.

Eres la llave que puede abrir todo esto que se me pudre por dentro. Ventilar por fin lo que, hace demasiado tiempo para contar, esta estancado en mis entrañas.

Rio querido, rio. Y eres tu él que librara de esta vanal risa.

Es egoista esperar que me salves, lo sé. Apesar de ello te busco mientras ruedo y ruedo

martes, julio 14

Stars - Au revoir Simone

*
*
*

And since we met I simply cannot forget
You are on my mind
Yeah since the day we met
I think I haven't slept
More than an hour at a time

You make wanna measure stars in the backyard with a calculator and a ruler baby
I found a letter that describes how the moonlight will lead me to the distant place that you will be

I don't know how but there's a power
For now, it conveys a subtle mystery
And from my house
As I look out
The stars align

You make wanna measure stars in the backyard with a calculator and a ruler baby
I found a letter that describes how the moonlight will lead me to the distant place that you will be

The open sky
Is mine tonight
It gives a sign
Of what I'll find

The open sky
Is mine tonight
It gives a sign
Of what I'll find

You make wanna measure stars in the backyard with a calculator and a ruler baby
I found a letter that describes how the moonlight will lead me to the distant place that you will be
You make wanna measure stars in the backyard with a calculator and a ruler baby
I found a letter that describes how the moonlight will lead me to the distant place that you will be





*En verdad me dan ganas de medir las estrellas cuando pienso en ti.*

miércoles, julio 8

Si es que


  • Creo que todo comenzó ese horrible día jueves. Claro falta de sueño, resaca, esos niños que no callan nunca. Si la vocación, pero creo que en días como ese se me queda en una gaveta. Llegue al departamento. Tire el maletín en una pila de papeles, que tenia hacia un tiempo catalogados como textos por desechar, pero que todavía podía modificar en algo. Así queriendo solo dormir, fue cuando todo empezó .

    La vecina nueva corría muebles, botaba platos, martillaba, a eso de las dos de la mañana. Pero ese jueves no, ya no podía soportar más. Ese día había sido bastante malo, como para soportar a una loca de patio haciendo ruidos infernales. Creo que no fue una explosión de furia lo que tuve, pero si fue una expresión de que me estaba hartando, de esta vida más que nada vacía, es decir sola. Entonces golpeé la pared con fuerza, creo que en ello se me fue un poco de ritmo, ya que al paso de unos segundo ella respondió los golpes. Pero no con rencor, si no que con curiosidad, describiendo un tango, lo recuerdo bien fue la "Balada para un loco". En verdad con lo estupefacto que quede al oír una respuesta tan amable, no hice ruido alguno y fui directo a la cama.

    A la semana siguiente ya había olvidado el episodio por completo, hasta que vi la figura de la nueva vecina en la penumbra, entrando rápidamente a su hogar con un libraco en al mano. Por la intriga de saber algo más sobre esa sombra, fue por lo que decidí golpear otra vez. Algo mas tranquilo, creo que esta vez me contesto con Mozart, yo la seguí con un tibio Bach. Ella continuo con un poco más vigoroso Beethoven, para cerrar la velada.

    Esa noche dormí expectante por repetir el encuentro mañana. Soñando con esta imagen de fémina, llena de recovecos inflados de incógnitas por responder. 

    Esta bizarra forma de comunicación se volvió una costumbre casi diaria. Hubo veces que cenaba mirando hacia la pared, esperando un golpecito tímido. Me quedaba proyectando la silueta, que había visto solo una vez, en mi pared. Creo que soñé un par de veces con una casual, pero poética,  forma de conocerla. En el fondo siempre la veía con su cara, pero eran cosas que deambulan en mi subconsciente.

    Esa noche no fue solo lluvia, fue más que eso, hubo nieve y un viento estremecedor. De esa manera ella comenzó con Goran, al medio de la pieza musical, un golpe fuerte de viento y el apagón. Nada mas perfecto para darme el valor de acercarme. Conteste la  pieza, pero en su puerta.
    Ella abrió tímidamente, me tomo el brazo y de un tiron me entro. Yo trate de decir alguna frase inteligente, no recuerdo que iba a ser. Pero ella lo presintió y puso su dedo en mi labios, para evitar cualquier tipo de comentario. De pronto comenzó a tocar mi cara, mis ojos, mi nariz, mi pelo, mis orejas. Lentamente bajo a mi pecho y ahí poso su cabeza para escuchar mí latir. Olio mi cuello, y su respiración en mi oreja. Un beso en la frente que se hizo camino entre mi ceja, pasando por mi mejilla, para llegar a mi cuello, nuevamente.  No podía dejar de pensar en esas plazas, el baño de su casa, Portishead. Ella me besaba y esos temblorcillos de antaño volvían. En una ágil maniobra su mano bajo, tomando la ubicación estratégica que solo ella conocía. Rozando la frontera entre lo erótico y lo tímido, su dedo índice se paseaba por entre mi piel y el borde de mi bóxer. En ese instante ya no pude más la tome por las piernas y la subí en mi. La lleve a la cama, la acosté, la mire en la penumbra de un día perfecto. Me recosté a su lado y ella en mi oído susurro, no sé qué cosa, que se iba a tirar al Sena.

    Creo que todo comenzó ese horrible día jueves. Claro falta de sueño, resaca, esos niños que no callan nunca. Si la vocación, pero creo que en días como ese se me queda en una gaveta. Bueno llegue al departamento. Tire el maletín en una pila de papeles que tenia hacia un tiempo catalogada como textos por desechar, pero que todavía podía modificar en algo. Así queriendo solo dormir, fue cuando podría haber comenzado todo. Son cosas que fantasea un hombre solo.

    Bueno es lo que fantasearía si estuviera solo, y si es que de mi se acordara.