- Creo que todo comenzó ese horrible día jueves. Claro falta de sueño, resaca, esos niños que no callan nunca. Si la vocación, pero creo que en días como ese se me queda en una gaveta. Llegue al departamento. Tire el maletín en una pila de papeles, que tenia hacia un tiempo catalogados como textos por desechar, pero que todavía podía modificar en algo. Así queriendo solo dormir, fue cuando todo empezó .
La vecina nueva corría muebles, botaba platos, martillaba, a eso de las dos de la mañana. Pero ese jueves no, ya no podía soportar más. Ese día había sido bastante malo, como para soportar a una loca de patio haciendo ruidos infernales. Creo que no fue una explosión de furia lo que tuve, pero si fue una expresión de que me estaba hartando, de esta vida más que nada vacía, es decir sola. Entonces golpeé la pared con fuerza, creo que en ello se me fue un poco de ritmo, ya que al paso de unos segundo ella respondió los golpes. Pero no con rencor, si no que con curiosidad, describiendo un tango, lo recuerdo bien fue la "Balada para un loco". En verdad con lo estupefacto que quede al oír una respuesta tan amable, no hice ruido alguno y fui directo a la cama.
A la semana siguiente ya había olvidado el episodio por completo, hasta que vi la figura de la nueva vecina en la penumbra, entrando rápidamente a su hogar con un libraco en al mano. Por la intriga de saber algo más sobre esa sombra, fue por lo que decidí golpear otra vez. Algo mas tranquilo, creo que esta vez me contesto con Mozart, yo la seguí con un tibio Bach. Ella continuo con un poco más vigoroso Beethoven, para cerrar la velada.
Esa noche dormí expectante por repetir el encuentro mañana. Soñando con esta imagen de fémina, llena de recovecos inflados de incógnitas por responder.
Esta bizarra forma de comunicación se volvió una costumbre casi diaria. Hubo veces que cenaba mirando hacia la pared, esperando un golpecito tímido. Me quedaba proyectando la silueta, que había visto solo una vez, en mi pared. Creo que soñé un par de veces con una casual, pero poética, forma de conocerla. En el fondo siempre la veía con su cara, pero eran cosas que deambulan en mi subconsciente.
Esa noche no fue solo lluvia, fue más que eso, hubo nieve y un viento estremecedor. De esa manera ella comenzó con Goran, al medio de la pieza musical, un golpe fuerte de viento y el apagón. Nada mas perfecto para darme el valor de acercarme. Conteste la pieza, pero en su puerta.
Creo que todo comenzó ese horrible día jueves. Claro falta de sueño, resaca, esos niños que no callan nunca. Si la vocación, pero creo que en días como ese se me queda en una gaveta. Bueno llegue al departamento. Tire el maletín en una pila de papeles que tenia hacia un tiempo catalogada como textos por desechar, pero que todavía podía modificar en algo. Así queriendo solo dormir, fue cuando podría haber comenzado todo. Son cosas que fantasea un hombre solo.
Bueno es lo que fantasearía si estuviera solo, y si es que de mi se acordara.
miércoles, julio 8
Si es que
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