domingo, octubre 11

Mi gueli, el grillo y yo.

Deben haber sido como las nueve de la noche, yo cruce la puerta de afura de a casa de mi Tío y vi pasar esta paequeña mancha por el suelo. Mi primer intinto pisarlo, pero fue más rapido, por suerte. Ya que note que era un grillo. No cualquiera cosa, EL grillo.

Al día siguiente en la once, deriona las siete de la tarde y el grillo, no se puso a cantar. Mi tío muy preocupado me dice: "No ha llegado el grillo. Sabes esto le paso a tu Bisabuela". Sorprendida por el comentario, le dije que me contará que paso.

Todo paso cuando mi Tío trabajaba en la mina y su madre (mi Bisabuela), se quedaba en la casa a esperarlo. Tenian un cuadro con una gran foto del valle de la Luna. De ahi, todos los días a las 18hrs. en punto, salia el canto del grillo que acompañba a la gueli, para la hora del té. Así fue por años.

Hasta que un día muy preocupada, llamo al trabajo a mi Tío. El apenas rcibio el mensaje, fue rapidamente a la casa, a ver que pasaba. La gueli lo recibio muy intranquila, le dijo: "Es el grillo, no salio a cantar hoy, ¿Que le habra pasado?". El Tío tomo el cuadro, lo puso ensima de la mesa y noto como el probe cantor estaba atrapado. Con mucho cuidado lograron salvarlo. Pero nunca más volvio a cantar para mi gueli.

"Ves, el Grillo no volvio." Yo no pude soportar el cargo de conciencia y le dije: "Tío creo que ayer, yo pise al grillo". Mi tío me miro y cuando me hiba a consolar. El grillo comenzo a cantar. "Llego más tarde por que le costo llegar, como esta cojito".

Lindas tardes de Antofagasta, con mi tío, historias de la familia y el grillo.