domingo, octubre 21

Frutilla



Ella pensó que si vivía en una estrella los días pasarían más rápido. Se fue a la más pequeña, solo para que la noche cayera en un par de horas. Así las semanas, se convirtieron en meses y los meses en años.

Un día estaba sentada en la orilla del pequeño cráter, que estaba en la entrada de su casa. Y se puso a divagar, ya habían pasado 14 años. Esas tardes de risas imparables se sentían tan lejanas, como si las hubiera vivido en otra vida.

Quizás el tiempo era la respuesta, para olvidar la distancia,  pero tenia un pequeño detalle: Siempre que desayunaba pan con mermelada de frutilla sentía el sabor de sus labios, un segundo, era un segundo. Donde se veía al medio de esos besos de media mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario