lunes, diciembre 10

Con ella

Arañas, creía que habían miles de ellas bajo la cama. Con el paso del tiempo empezó a acariciar esa idea, su pequeño ejercito de monstruos. No estaban ahí para aterrarla, sino para protegerla. Desde que saco esa conclusión, caminaba con confianza.  Ninguna historia de terror le afectaba, tenía su secreto. Podía ser un ruido ensordecedor  a la mitad de la noche y el ejercito se convertía en una gran araña.

Ella  miraba a su defensora y seguía durmiendo tranquila.




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