miércoles, diciembre 3

Quizás un día despierte y coma pan con mermelada



Debo confesar que hay experiencias que he vivido, por la simple razón de vivirlas.
Eso de prefiero experimentarlo a que me lo cuenten.

Varias han sido aburridas y un poco incomodas, otras no sé porque terminaron tan bien.
Pero están esas de las que me arrepiento, pienso y re pienso en las respuestas que debí haber dado.

Antes de pararme debería haber dejado esta frase sobre la mesa:

 "Soy una puta, pero ya no soy tu puta, querido. Así que relájate".

Eso lo habría dejado mudo. O quizás confesar:

 "Eres simpático, inteligente, atractivo y me haces reír, como quieres que no me enamore. No me vengas con reparos, es mi loco corazón y va hacer lo que le plazca".

El sexo, el amor, la amistad y la familia, son tan simples como un juego de dados.
Por eso mejor me arriesgo, aunque me aburra o canse.
Algún día me va salir doble seis.
Hay que tener paciencia y no picarse.

Total es un juego.

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