Yo me empecinaba en recalcar que la soledad era mi decisión
Que elegía el camino del rechazo, pues la raza humana me tenía harta.
Pero de a poco voy abriendo los ojos y, a mi pesar,
no es así.
Quizás me he demorado mucho y el barco ya zarpo.
O puede que sea solo el comienzo, que las cosas cambien después.
No sé que hacer desde aquí, pero me queda energía para un par de batallas más.
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