otra confesión que siento real

Hay veces que los viajes son mentales.
Siempre pensé que era una mentira de la gente mística.
Pero es una verdad muy dulce, te mueve y apareces en lugares nuevos.

Desplazarse, pasar días caminando dentro de millones de recuerdos 

Limpiando ideas, a la vez creando ideales más fuertes

Mirar el dolor del pasado, con colores más opacos.

Crear amores y lazos con cuerdas firmes.

Después de pasar días divagando en el pasado y en el futuro

Por fin siento que el presente es lo más valioso.
Estoy aquí, ahora y no tengo prisa de llegar, ni ganas de escapar.

Voy pintar, bailar y dormir, no necesariamente en ese orden.