Las letras me ahogan. Siento que un hilo muy fino, anuda cada vez mas fuerte mi traquea. No puedo gritar.
Ni siquiera susurrar un poco, este deseo que me consume. Ardo en fuego, me estoy deshaciendo.
Tengo sed de cordura y té de jazmín. Volar sin necesidad de que me lleven de la mano. Simple y rosa, atravesando llanuras. Sólo saludar de vez en cuando, de manera cordial, a algún duendecillo que se cruce.
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